Nuestra
historia

El frigorífico JJ Gómez, de la ciudad de General Roca en la provincia de Río Negro, es síntesis del manejo y resolución de un complejo conflicto y crisis por parte de un grupo de trabajadores, proceso que derivó luego en una eficiente administración empresaria, hasta llegar a un presente de consolidado prestigio como proveedor de servicios de faena. El rol de nuestra empresa es clave en el abastecimiento de carnes para un área urbana circundante que ronda el millón de habitantes.
Conscientes de ello, sostenemos estándares de calidad y mantenemos un plan de inversiones permanente para que nuestras instalaciones se adapten a las nuevas exigencias de los mercados.

Historia

En el año 2003, casi no había esperanzas para los 15 operarios que habían quedado resistiendo el cierre definitivo de las instalaciones. Ni siquiera había quedado personal administrativo que ayudara con la organización. Resolvieron organizarse en una cooperativa y ahora, cada día, cargan entre 12 y 13 camiones gracias al fruto de su trabajo. Es en el período octubre – febrero, que coincide con la temporada de corderos, cuando la planta entra en su pico de producción y faena al mes 9.000 animales.
Ahora, quienes hasta hace poco peleaban por sobrevivir y garantizarse el sustento, siguen sus propios ejemplos. Ven resultados de su esfuerzo y se animan a más.

Valores

Los integrantes de la cooperativa de trabajo aseguran que hoy buscan prestar un servicio de excelencia. Una prueba de esa determinación, es que en los años 2017 y 2018 se invirtieron unos 500.000 dólares, de los cuales solo el 20% consistió en aportes de entes oficiales. La decisión de volcar ese capital, fue de los propios trabajadores aún resignando beneficios personales. Y no se limitaron a volcar recursos en la línea de producción, sino que además se remodelaron los baños, y se está acondicionando un área para quienes acuden a diario a cargar sus transportes. En los primeros 6 meses de 2019, las inversiones llegan a los 125.000 dólares.

Además de incorporar tecnología que les permita diferenciarse de sus competidores, en la ex Fricader cuentan con otro recurso invalorable, como es su planta de personal, que combina experiencia y nuevas incorporaciones. Se llegó a una plantilla de 80 personas vinculadas de manera directa a la cooperativa, en la que además se conformó un equipo de profesionales a medida que se fueron complejizando los procesos, como un arquitecto que guía las ampliaciones y remodelaciones, además abogados, veterinarios y un agrónomo. Este último profesional se suma para consolidar uno de los pilares de la actual gestión fabril, como es la gestión ambiental. La cooperativa de trabajo compró una chacra de 37 hectáreas, hacia donde va a derivar los desechos orgánicos, con la meta de hacer compost como manera de completar el ciclo de tratamiento de residuos.

Tratamiento de efluentes:
Con aportes del Estado nacional se incorporó una planta que tiene un primer proceso de filtrado, y que luego realiza la ozonificación de efluentes para acelerar la degradación de los deshechos.
Esos líquidos ya tratados, recorren unos 200 metros por gravedad y se incorporan a un sistema de 4 piletas con filtros fitoterrestres, o de pantanos controlados. Allí hay tierra donde se plantan carrizos, una gramínea perenne, cuyas raíces convierten los efluentes en relleno luego de un largo proceso de oxidación.
El paso siguiente, es hacer una forestación.
Hoy en sus diversos procesos, la planta consume más de 100.000 litros de agua al dis y la meta se ha puesto en bajar esos indicadores. Una medida en ese sentido, es realizar otra fuerte inversión en pistolas que permitan a los operarios usar ese recurso sólo cuando se lo necesite.

Misión

La premisa por estos días es incorporar lo último en herramientas, la gestión ambiental y seguir el plan de trabajo diseñado por el Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA). Queremos ampliar nuestro horizonte a mercados de ultramar en asociación con productores regionales.
En nuestra cooperativa, cada decisión se toma por asamblea. Y los pasos que se fueron dando a lo largo del tiempo, hoy se han convertido en ejemplo, porque la decisión de invertir permitió comprobar que se entra en un círculo virtuoso que genera más recursos.
Gracias a las últimas inversiones, la planta está en condiciones de procesar cada día 1.000 animales, distribuidos en 600 vacunos, 200 cerdos y 200 corderos. Hoy, se utiliza el 40 por ciento de esa capacidad instalada, por lo que aún queda mucho por crecer.

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